discapacidades motrices

Discapacidades motrices | Causas y niveles

Las discapacidades motrices, también conocidas como discapacidades físicas, son condiciones médicas que afectan la función y el control del movimiento del cuerpo. Estas discapacidades pueden ser causadas por una variedad de factores, como lesiones traumáticas, enfermedades neuromusculares, trastornos congénitos o adquiridos, entre otros. Las discapacidades motrices pueden variar en gravedad, desde leves hasta severas, y pueden afectar a una persona de diferentes maneras.

Tipos de discapacidades motrices

A continuación, se mencionan algunas de las causas más comunes de discapacidades motrices:

1. Lesiones traumáticas: Los traumatismos, como accidentes automovilísticos, caídas graves, lesiones deportivas o heridas de guerra, pueden causar daño a la médula espinal o a los nervios periféricos, lo que resulta en discapacidades motrices.

2. Parálisis cerebral: Es una condición que afecta el desarrollo del cerebro antes o durante el parto. Puede causar problemas en el control muscular y la coordinación.

3. Distrofia muscular: Las distrofias musculares son un grupo de enfermedades genéticas que debilitan gradualmente los músculos. Algunas de estas enfermedades pueden afectar la función motora.

4. Enfermedades neuromusculares: Incluyen condiciones como la distrofia muscular de Duchenne, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la miastenia gravis, que afectan el sistema nervioso y los músculos.

5. Lesiones cerebrales traumáticas: Un golpe en la cabeza o una lesión cerebral traumática pueden dañar áreas del cerebro que controlan el movimiento, lo que resulta en discapacidades motrices.

6. Enfermedades del sistema nervioso central: Condiciones como la esclerosis múltiple, la paraparesia espástica hereditaria y otras enfermedades del sistema nervioso central pueden afectar la función motora.

7. Amputaciones: La pérdida de una extremidad o parte de ella, generalmente debido a accidentes, enfermedades o cirugía, puede resultar en discapacidades motrices que requieren prótesis y rehabilitación.

8. Malformaciones congénitas: Algunas personas nacen con malformaciones o anomalías en el sistema musculoesquelético o neuromuscular que pueden limitar su función motora.

9. Enfermedades degenerativas: Algunas enfermedades, como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Huntington, son degenerativas y afectan el control motor a medida que progresan.

10. Infecciones: Algunas infecciones graves, como la polio, pueden causar debilidad muscular y discapacidades motrices.

11. Trastornos genéticos: Algunos trastornos genéticos, como la atrofia muscular espinal (AME), pueden afectar la función motora debido a problemas en el desarrollo neuromuscular.


Las personas con discapacidades motrices a menudo requieren apoyo y adaptaciones para realizar actividades de la vida diaria, moverse, trabajar y participar en la sociedad de manera plena. Estos apoyos pueden incluir el uso de dispositivos de movilidad, terapia física y ocupacional, modificaciones en el entorno, tecnología asistencial y atención médica especializada. Es importante destacar que muchas personas con discapacidades motrices llevan a cabo vidas activas y productivas y pueden alcanzar sus metas y aspiraciones con el apoyo adecuado.

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Causas de las discapacidades motrices

Las discapacidades motrices pueden tener una variedad de causas, y estas causas pueden ser congénitas (presentes desde el nacimiento) o adquiridas (desarrolladas después del nacimiento). 

¿Cómo es la rehabilitación para las discapacidades motrices?

La rehabilitación para las discapacidades motrices es un proceso multidisciplinario diseñado para ayudar a las personas a maximizar su función física, mejorar su calidad de vida y aprender a vivir de manera independiente a pesar de sus limitaciones motoras. La rehabilitación se adapta a las necesidades específicas de cada individuo y varía según la causa y la gravedad de la discapacidad. A continuación, se describen algunos de los componentes clave de la rehabilitación para discapacidades motrices:

1. Evaluación inicial: El proceso comienza con una evaluación exhaustiva por parte de un equipo de profesionales de la salud, que puede incluir médicos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, terapeutas del habla, y otros especialistas según sea necesario. Esta evaluación determina el alcance de la discapacidad y establece metas de rehabilitación específicas.

2. Plan de tratamiento personalizado: Con base en la evaluación inicial, se crea un plan de tratamiento individualizado que se adapta a las necesidades del paciente. Este plan puede incluir terapia física, terapia ocupacional, terapia del habla, terapia de movilidad, terapia recreativa y otras intervenciones.

3. Terapia física: Los fisioterapeutas trabajan en mejorar la fuerza muscular, la flexibilidad, la coordinación y la movilidad. Esto puede incluir ejercicios específicos, técnicas de estiramiento y el uso de dispositivos de asistencia, como sillas de ruedas o dispositivos de marcha.

4. Terapia ocupacional: Los terapeutas ocupacionales se centran en ayudar a las personas a desarrollar las habilidades necesarias para llevar a cabo actividades de la vida diaria, como vestirse, bañarse y cocinar. Esto puede incluir la adaptación del entorno y la enseñanza de técnicas de autocuidado.

5. Terapia del habla y lenguaje: Los terapeutas del habla trabajan en la comunicación y la deglución, especialmente en casos de discapacidades motrices que afectan la capacidad de hablar o tragar.

6. Tecnología asistencial: Se pueden utilizar dispositivos de asistencia y tecnología adaptativa para mejorar la independencia y la funcionalidad. Esto puede incluir sillas de ruedas eléctricas, prótesis, sistemas de control de voz y otras ayudas técnicas.

7. Entrenamiento en el uso de dispositivos de movilidad: Para aquellos que requieren sillas de ruedas u otros dispositivos de movilidad, se proporciona entrenamiento para usar estos dispositivos de manera efectiva y segura.

8. Apoyo psicológico: La rehabilitación también puede incluir apoyo emocional y psicológico para ayudar a las personas a lidiar con las implicaciones emocionales y sociales de su discapacidad.

9. Seguimiento y ajuste: A medida que avanza la rehabilitación, se realizan evaluaciones periódicas para evaluar el progreso y hacer ajustes en el plan de tratamiento según sea necesario.

10. Educación del paciente y la familia: Es importante que tanto el paciente como su familia estén informados y capacitados para manejar la discapacidad de manera efectiva en el entorno cotidiano.

La rehabilitación para las discapacidades motrices puede ser un proceso largo y desafiante, pero con el apoyo adecuado y un equipo de profesionales de la salud calificados, muchas personas pueden lograr mejoras significativas en su función motora y calidad de vida. El objetivo final es ayudar a las personas a alcanzar la mayor independencia y participación en la sociedad posible.